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#APOYALOBUENO

Queridos comentadores culturales! Hoy venimos con la segunda parte de esta nueva serie en la que hablaremos de nuestros intenciones hacia el cuerpo de Cristo desde ACROpina.



Parte 2: Dar argumentos e inspiración a cristianos

Hay numerosas iniciativas que no llegan a florecer porque los cristianos no se ponen de acuerdo. Pienso en las personas que se lanzan a cargos públicos, o los negocios que inician, o los movimientos que surgen. Definitivamente no van a solucionar todos los problemas, pero si hay algunos entre nosotros con las agallas de abrir la brecha sin tener un referente exacto adelante de cómo se hace, explorando terreno nuevo en la sociedad deberíamos apoyar.


Mucho más seguido de lo que pensamos, quitamos la fuerza y la esperanza con nuestros constantes prejuicios, de hecho hacemos más daño del que anticipamos cuando sin pensar descalificamos o dejamos de apoyar una idea del Cielo. ¿No deberíamos ser nosotros, los hermanos en la fe, los que somos unidos por un vínculo de paternidad de Dios, los mejores oídos para recibir y ayudar a florecer los sueños de Dios en la tierra? El tema es que para eso nos tiene que importar más el potencial del sueño que nuestra opinión personal.




¿Cuántas veces habremos escuchado ideas y sin consultar a Dios ni Su Palabra decimos nuestra opinión aprovechando nuestra posición de autoridad para controlar?


Porque lo que sí es claro es que nuestra opinión y nuestro camino, por más que nos parezca recto, no siempre es la opinión o el camino de Dios. La Biblia dice que Sus caminos y Sus pensamientos son más altos que los nuestros. Entonces ¿Quiénes somos para imponer nuestra voluntad sobre otros si ni siquiera Dios lo hace?


Existirán muchos que se equivoquen. Claro que sí, y aquí tenemos que poner un candado en nuestras bocas como lo indica la Biblia. Refrenar nuestra lengua. Juzgar un sueño cuando empieza sin tener todo solucionado es como juzgar a un bebé por sus habilidades para correr cuando apenas está empezando a caminar. Nadie nace caminando ni mucho menos corriendo, tampoco un sueño nace funcionando por sí solo sin riesgos, sin incertidumbres.


Es de suma importancia cultivar una escuela de pensamiento, una corriente filosófica, una manera de interpretar la vida de manera integral a través de la palabra de Dios, no de nuestros criterios, experiencias o cultura predominante. Deberíamos tener cursos, y expertos en cómo diseñar carros a la manera de Dios, como vender casas a la manera de Dios, como estructurar una cadena de producción a la manera de Dios, como escribir un poema a la manera de Dios, incluso cómo ser un buen ciudadano a la manera de Dios (ujum ujum acropina.com).



Como cuerpo de Cristo tenemos la capacidad de reinventar cada área de la sociedad con una sola persona que decida buscar la solución del Cielo a nuestros problemas terrenales.


Nuestro involucramiento en la vida diaria como parte de nuestra acción ministerial es clave para que el Reino del Cielo avance en la tierra. Esto debe ser real en nuestros trabajos, no estamos entendiendo que nuestros trabajos deberían estar alineados con nuestra misión en la vida. Cada quién tiene la oportunidad de crecer en excelencia con las habilidades y talentos que le fueron dados al nacer para generar ingreso. Ingreso que se utilizará para honrar padres, dar a los pobres, ayudar a avanzar la obra de la Iglesia, pagar impuestos, tener buenos tiempos en familia, hacer ahorros para metas grandes, dejar herencia. Se utilizará para lo bueno y no para lo malo.


Estamos para ayudarnos a avanzar los unos a los otros, y honrarnos los unos a los otros, como la Biblia lo indica varias veces.


Cuando a un cristiano le va bien, todos los cristianos a su alrededor pueden inspirarse en la fe de ese, o juzgarlo y quitarle el poder de enseñarnos principios que no hemos interiorizado. Realmente nos estamos perdiendo de mucho potencial explotado y florecido en el cuerpo de Cristo cuando no entendemos lo que es edificarnos y levantarnos los unos a los otros, darnos inspiración, tener la humildad para pedir consejo, incluso pedir corrección.



Tengo para ti un ejercicio que cuando yo lo hice reveló muchas cosas.

Piensa en 2 o 3 personas que puedan ser mentores o mentoras para ti de cerca en este momento de tu vida. A quién tienes a tu alrededor que le preguntarías sobre su experiencia y sabiduría, a quién le aceptarías un consejo, o una objeción a tus planes.


Piensa en 5 personas que estén delante de ti en el área espiritual de quienes puedas aprender. Ahora 5 en cada una de estas áreas: salud física, financiera, profesional, emocional, mental (aprendizaje), y manejo del tiempo (hábitos). Siii es larguito el ejercicio pero vale la pena.


Puede que esté pasando una de estas cosas en ti mientras tratas de hacer este ejercicio.

  1. Te cuesta mucho pensar en personas que vayan delante de ti, no encuentras. Esto puede indicar 2 cosas: primero, tienes un concepto más alto de ti de lo que debes, y según la Biblia esto está muy mal. Seguramente te estás perdiendo la gran oportunidad de reconocer la grandeza de los que tienes alrededor, perdiendo así la ventaja que te fue dada al conocerles de cerca. Segundo, estás super mal rodeado y necesitas aprender a elegir mejor a las personas que tienes más cerca. Esto es frecuente cuando una persona está comprometida con su proceso personal, quitando de en medio las escusas para crecer y adaptarse. Puede que un día mire a su alrededor y se de cuenta de que está sol@. De pronto, no de manera literal pero sí de manera figurativa, viendo que muchos a su alrededor se quedaron en la comodidad del estancamiento mental, físico, emocional o espiritual. Debes conseguir relaciones que te reten a ser mejor rápidamente, o sino por sentirte en un buen nivel (en comparación con tu mala compañía) dejarás de crecer.

  2. Te estás comparando y es muy fácil concluir que hay demasiados en tu vida diaria que son mejores que tú, y de hecho muy pocos o ninguno peor que tú. Esto puede indicar 2 cosas: primero, tienes un concepto más bajo de ti del que es real, esto también es tachado en la Biblia de manera negativa y debes informarte, recibir e interiorizar tu identidad en Cristo. Segundo, estás creyendo en fachadas, y crees la imagen que las personas proyectan sin dudar. Esto es incorrecto porque en la experiencia humana el balance siempre es que tenemos personas mejores, iguales y peores. En este segundo caso es muy importante que dejes de confiar tanto en lo que las personas dicen de sí mismas, no le temas a dudar de lo que los humanos dicen, mejor témele a despreciar la obra de Dios en ti, eso sí lleva a un camino oscuro y sin sentido.

  3. Puedes identificar tu nivel y el de los que te rodean pero no consideras que las personas que van delante de ti son confiables o tienen la capacidad de ejercer las funciones de mentor o mentora de manera adecuada. Esto sólo indica una cosa: estás buscando manzanas en un árbol de limones. Al analizar tu propia vida sabrás que todas las áreas no están bien, e incluso si todas pasan la prueba de aceptable no todas están en el mismo nivel. Es lo natural, eres mejor en unas cosas que en otras, y dependiendo de tu enfoque actual, hay unas áreas creciendo más rápido que otras. Ningún ser humano va a estar bien en todo todo el tiempo. Nadie va a estar por encima de ti como un ejemplo en todas las áreas siempre. El único que puede corregir, ayudar, hacer florecer todas las áreas de tu vida es Dios. Es el mejor mentor y entrenador.



Incluso si ese ser humano ejemplar en todo existiera, con seguridad no estaría tan cerca como Dios puede estarlo de tu corazón. Los mentores no son figuras divinas, no son ídolos, no son perfectos en todo. Simplemente son personas que han podido ver el fruto de su esfuerzo y de la ayuda de Dios en una o más áreas. Es una persona que ha recorrido el camino que tú planeas recorrer, es alguien que puede ahorrarte algunos estrellones. Puedes incluso necesitar más de uno. Tal vez en esta temporada de tu vida necesitas recuperar tu salud por el bienestar de tu futuro, de tus emociones, de tu autoestima, y de tu bolsillo (para no pagar tratamientos, cirugías y todo un closet de ropa más grande). Probablemente no estás necesitando buscar como mentor a un contador, o un experto en marketing digital. Necesitas pegarte en el gimnasio de tu amigo o amiga más fit, preguntarle qué come, cómo empezó a involucrarse en esto del ejercicio, preguntarle si estás haciendo bien el movimiento. Si es posible es mejor que consigas un entrenador y un nutricionista que te guíen en el proceso.


Por otro lado si tu necesidad es saber qué dice Dios sobre el aborto será mejor que no le estés preguntando a un entrenador en el gimnasio, necesitas de alguien que sepa del tema, que haya leído lo que la Biblia dice, se haya ocupado de ver los argumentos a favor y en contra, y además tenga un sistema de valores cercano al tuyo. Por ejemplo un emprendimiento digital que se enfoca en dar argumentos a los cristianos sobre sus posturas en temas sociales y culturales. No sé, digo yo. :)



En fin, lo más importante es que nos pongamos la camiseta del equipo de Dios para apoyar a otros en su crecimiento y que tengamos la humildad de buscar inspiración en otras personas dentro del cuerpo de Cristo para crecer.


Deseo que esta sea una comunidad donde todo el que llegue sepa que ha llegado a un lugar donde encontrará herramientas y apoyo para avanzar.

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