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#CONECTAYACTIVA

Hola hola!



Buenos días, buenas tardes y buenas noches a mis queridos comentadores culturales.

En la columna de hoy quiero hablarte de organizar y energizar los actores sociales en el nivel local.


Peeero, antes de eso quiero darte una excelente noticia. Si en algún momento te encuentras hablando con personas de otros países y no tienes cómo referirles lo que aprendes en acropina, pues te tenemos la solución. A partir de esta semana estaremos trabajando para traducir todas y cada una de las columnas que hemos publicado en este sitio web.


Queremos que tengas absolutamente claro que nosotros estamos para servirte, que queremos equiparte con lo mejor, para que siempre puedas representar tus convicciones de la manera correcta. Por eso hacemos todos estos esfuerzos. Estamos convencidos que te serán muy útiles.



Bueno, volvamos al tema de hoy. Entendemos que cada vez se vuelve más necesario, no sólo creer sino actuar de acuerdo a lo que creemos. Pero tomar acción no es sólo cuestión de valentía, también es cuestión de organización.


La sociedad civil en tu comunidad tiene todo el potencial para cambiar su entorno, tiene todo lo que necesita para prosperar, tiene toda la capacidad de alterar su futuro para bien. El primer paso para tener una acción social colectiva es creer que existe una comunidad que puede tomar dicha acción.


No pienses en tu barrio como la colección de vecinos insoportables que no piensan como tú y hacen fiestas de noche. Piensa en la gran oportunidad que te es presentada al tener personas de caminos de vida diferentes que pueden aportar algo nuevo.



Es imperativo que los cristianos seamos personas enfocadas en unir a la gente. Al sentirse parte de una comunidad las personas tienden mucho más a la acción, cuando se asoma una amenaza. Sino lo que termina sucediendo es una devastadora indiferencia ante el sufrimiento del otro, cuando nadie se siente parte de una comunidad.


Ahora bien, puede que estés pensando que hay que salir a buscar qué persona hay que invitar a tu casa, y hablarle de los problemas del barrio. No es una mala idea, y con seguridad tienes una buena motivación. Sin embargo, ya lo explicábamos antes, no es sólo atreverse, también es hacerlo bien.



En tu país seguramente existen estructuras de participación ciudadana. Es muy importante que las conozcas, en la ley local deben existir formas de organizarse como sector, como barrio, e incluso como edificio. Seguramente existen personas que dirigen esos grupos en este momento.


Tú no eres el tipo de persona que pasa por encima de los demás para imponer su punto de vista. Eres un embajador del Cielo en la tierra, así que desearás conocer el sistema actual y entrar con respeto a participar de éste. En esa medida tendrás la autoridad más adelante para tomar alguna especie de liderazgo con mucha sabiduría.


Es importante que te empapes de la intención de las personas que dirigen esas instancias en este momento, que veas lo que requiere tomar una decisión, cuáles son los incentivos correctos que los motivan a llevar a cabo una acción.


NO es simplemente entrar a la primera reunión con una lista de ideas sobre cómo un comité puede ser más efectivo. Hay que entender la dinámica interna. En esa medida podrás apelar a lo que ellos valoran como importante para llevar a cabo una iniciativa.


Será mucho más fácil llevar a cabo cualquier plan si las personas dentro del mismo tienen funciones y motivaciones claras. ¿Acaso cuándo fue la última vez que pusiste la alarma para levantarte a las 4 de la mañana sin razón aparente y sin saber que harías una vez estés despierto?



Cualquier tipo de compromiso, sacrificio, esfuerzo en la dirección de una causa social debe estar justificado en la mente de las personas, más allá de ser porque queremos un mundo mejor. Aún si las razones son altruistas y/o espirituales deben tener convicciones basadas en la verdad, y la realidad, no sólo lindas expectativas.


Algo más para tener en cuenta si quieres tener una acción social local es que no se puede hacer solo. Créeme, muchos lo hemos intentado, y nunca ha traído otra lección que esta: los problemas sociales se resuelven en comunidad.


Por eso nuestro enfoque está en construir esa comunidad, en que hagas parte de un grupo, en que tomes alguna parte en los esfuerzos de lo que quieren lograr, luego te seguirán en lo que tú quieres lograr. Además, hacerlo solo es igual a no resolverlo. Está demostrado ampliamente en la bibliografía sobre liderazgo que cuando las personas no se sienten parte de la decisión no se esforzarán para lograr el objetivo.


No hay nada más frustrante que recibir soluciones inútiles a problemas malinterpretados. Además soluciones creadas desde un escritorio a kilómetros de distancia de la situación a intervenir. Un ejemplo muy claro de esto es África. En la última década se han levantado muchos catedráticos africanos a decir "denle su dinero a los africanos, no a las fundaciones extranjeras, nosotros sabemos qué hacer por nuestra comunidad mejor que ellos". Muchos científicos sociales han entendido que esto es debido a la falta de involucramiento de la comunidad en las ayudas que deciden ofrecer.


Algo que he podido entender mientras escribo proyectos y hago alianzas estratégicas es precisamente esto. Sin importar cuán involucrada que me sienta en el problema, o cuán conmovida esté por el mismo, con mucha seguridad existen otras personas que lo interpretan diferente, y entre los dos puntos de vista puede salir la solución más viable para la realidad de esa comunidad.


Volviendo al ejemplo que teníamos, a mí me conmueve profundamente que muchas niñas africanas no puedan estudiar, pero tal vez, antes de pensar en darles educación debo pensar en cuán necesarias son las niñas en casa. Muchas comunidades sacan su propia agua de los pozos, siembran su propia comida y no tienen luz eléctrica, así que están a oscuras, no pueden estudiar de noche. En una aldea donde las chicas salen en el sol a buscar agua, sembrar y demás, los chicos están trabajando o defendiendo la comunidad de las numerosas guerrillas de las guerras proxy en todo el territorio. Tal vez la educación es un derecho que se obtiene una vez otras necesidades básicas son cubiertas.


Yo puedo conmoverme y ofenderme con el sistema educativo africano aquí en mi casa, frente al computador, con un abanico sólo para mi, agua limpia, un diploma profesional, y una red de wifi en Colombia. Lo que no puedo hacer es decir que entiendo completamente la forma en la que las jóvenes africanas toman sus decisiones, aunque me lea muchos libros sobre sus países.


Entonces, no somos los héroes, somos los servidores que facilitan soluciones para nuestras comunidades. Sí, estoy insinuando que las ganas de imponer soluciones sin escuchar e incluir a los demás es una cuestión de ego, porque lo es, y el ego definitivamente no es un buen testimonio de un embajador del Cielo en la tierra.


La responsabilidad personal y la proactividad, son actitudes para el individuo, consideradas como evidencia del dominio propio. Así que, entendiendo que mi dominio termina en mi persona, no tengo porqué alegar que es mi responsabilidad y mi productividad la que me impulsa a tomar decisiones por los demás en un problema de comunidad.



Necesitamos más cristianos haciendo crecer a otros, ayudando a otros a generar soluciones. Nada más desagradable que una persona que se siente dueña de la verdad y no escucha. Ese es el tipo de persona al que nadie recurrirá cuando haya un problema.


Por eso la intención de esta columna no es dirigir, sino organizar y energizar a las comunidades para que desde su interior salgan las soluciones y los recursos para lograrlo. Después de todo para la sociedad el recurso más importante es el recurso humano. Tenemos en nuestra proximidad un montón de gente maravillosa, con habilidades e ideas valiosas para que seamos equipo. Aprovechémoslo.



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