La independencia de un país no es, únicamente, la guerra centenaria que lo fundó como nación. Es un concepto que sugiere que deja de existir un vínculo en el que uno suple al otro algo, en tanto que el otro ya no le requiere.
La independencia como concepto es bien interesante, cada quien la busca en su vida; de los padres, de una relación tóxica, de alguna sustancia, de una forma de vida, de la aprobación de alguien, del bolsillo de quien nos controla...
Es esa última la que muchos países han olvidado cuidar, entonces, como el joven que no puede decidir sobre lo que no cubre con su propio dinero, les toca depender del que les provee para sus gastos.
El Banco Mundial es una forma muy clara de mantener esa dependencia de muchos países. Todos se endeudaron aún más en este tiempo de pandemia, por lo cual tendrán una cadena al rededor de su cuello aunque se cambie de gobierno o se hagan las reformas que se quieran.
En la Biblia vemos repetidas veces la advertencia en contra de la deuda, no es en vano.
La deuda externa en Colombia supera los 150 mil millones de dólares, que es más del 51% del PIB en este momento.
Estas deudas no nos hacen independientes, aunque tengamos nuestro propio himno y nuestra propia bandera.
Un ejemplo de la dependencia económica son acuerdos como los TLC y el consenso de Washington, acuerdos en donde se tuerce el brazo del deudor por su posición de debilidad.
Para ponerlo claro y pelado, los países que tengan a bien exigir cambios o verificaciones de acuerdos internacionales, políticas sociales y demás que se inclinen con su agenda política, pueden hacer dichas exigencias antes de soltar el dinero de un préstamo o de refinanciar una deuda.
Pensando en el ambiente actual colombiano, toca prestar muchísima atención a los acreedores de este país y cómo podrán buscar mecanismos de presión de cara al 2021.
Claro que no han caído nada bien las enormes pérdidas que ha tenido recientemente el sector agrario, eso sólo incentivará la importación de productos que ya se generaban desde nuestra tierra, haciendo que se dependa aún más de lo extranjero.
Y si no es ese el efecto, irremediablemente hicimos los productos colombianos menos competitivos en el corto plazo, gracias a la subida de sus precios por el transporte y otras complicaciones.
Vale la pena preguntarse
¿Quién de los candidatos priorizará la independencia económica o por lo menos una interdependencia saludable para fortalecer la economía?
No es sólo aumentar la producción y exportar, es tener con que suplir nuestras propias necesidades en este tiempo de arranque económico post pandemia.
Comments