#CORRERHACIAELPELIGRO

Convertirse, nacer de nuevo, encontrarse con Dios es maravilloso. Muchas razones hacen de ese momento un espacio de tiempo crítico para decidir el curso de nuestras vidas. Es literalmente adquirir una nueva libertad, una nueva identidad y una nueva vida.

A veces se puede sentir como entrar a un nuevo mundo también. Uno empieza a relacionarse con personas que no conoce de ningún otro círculo social, personas que constituyen una estructura novedosa, en la que hay figuras de liderazgo, y formas de servir a los demás voluntariamente. Puede percibirse como una gran aventura al principio.

Sin embargo, con el tiempo se hace más usual este estilo de vida. Empezamos a considerar parte de nuestra vida esta comunidad nueva en la que hemos sido incluidos. Con la costumbre, podemos llegar a ser parte de un grupo al punto de sentir que los demás no entienden lo que hacemos en este "club" que tenemos.

Es ahí donde se pueden desatar algunos problemas. En la iglesia no debemos ser incomprensibles para el mundo, no debe ser una organización cerrada. La iglesia es el cuerpo de Cristo en toooodo el mundo, no sólo nuestra iglesia local y su misión es alcanzar más personas cada día.

 #4: Empoderar líderes en situaciones difíciles alrededor del mundo

Esto para algunos puede ser complicado de entender cuando llevamos mucho tiempo flotando en esta pequeña burbuja de jugar a la iglesia. Entonces llega el momento en que, en nuestro constructo social, los únicos cristianos que conocemos son los de nuestra iglesia. Nuestro constructo o imaginario social es aquello que nosotros percibimos como nuestro mundo, lo que hace parte de este y lo que no está directamente relacionado con lo que conocemos. Por eso en la Biblia se nos insta muchas veces a buscar la verdad, perseguir la sabiduría, adquirir perspectiva. Sino lo que no hemos conocido no cabe en nuestro pequeño mundo.

Muchas veces creemos que ser parte del cuerpo de CRISTO es sólo ser parte de la iglesia local. Pero no hay ningún indicio de esto en la Biblia, Pablo hablaba del avance del evangelio en todas partes. La Iglesia se percibía como lo que es: un organismo mundial.

No se cuántas veces tú has pensado en esto, pero existen cristianos japoneses, cristianos australianos, cristianos alemanes, cristianos congoleses, cristianos etíopes, cristianos uruguayos y cristianos suizos.

Lo bello de eso es que todos antes de ser de su nacionalidad son cristianos, la cristiandad es una vida en relación correcta con Dios, independientemente de lo que comes, cómo te ves, lo que estudias, cómo celebras año nuevo o lo que ganas mensualmente. La Iglesia no es sólo la que yo he vivido en mi experiencia, hay muchas personas siendo la Iglesia en los rincones más recónditos del mundo.

Es relevante hablar de esto, porque al no pensar en estas cosas dejamos de sentirnos hermanos de los miembros de la iglesia en todo el mundo; no nos cuesta criticar o ser indiferentes al dolor y sufrimiento que hay en otros lugares, porque no es aquí cerca nuestro. No nos esforzamos por conocer las complicadas situaciones que muchos atraviesan en nombre de ser hijos de Nuestro Padre.

Muchas personas no sienten apoyo del cuerpo de Cristo, a pesar de ser Hijos de Dios y ser coherederos con Cristo. Eso tiene que cambiar. No podemos seguir pensando que quienes no están en nuestra iglesia local no importan, o no hacen parte de nuestras vidas. No podemos seguir alimentando enemistades entre las iglesias locales, ni tampoco fomentando críticas hacia personas que no hemos visto ni tocado, ni mucho menos hacernos de oídos sordos ante las atrocidades que sufren muchos hermanos en persecución.

Una de nuestras metas en ACROpina es empoderar líderes en situaciones difíciles alrededor del mundo. Ser sus voces de aliento, ser su apoyo, ser sus intercesores, los que atraigan atención a sus causas. Nos quitamos el sombrero ante tantos pastores que cargan comunidades sobre sus hombros sin ayuda estatal ni privada, y contra todo pronóstico cambian el destino de su ciudad. Deben ser valorados y honrados. Nos quitamos también el sobrero ante tantos líderes que hicieron de un pastor un movimiento, que con su valentía y madurez siguieron el don de Dios para bendecir a otros. Nos quitamos el sombrero ante las rodillas de tantas personas pidiendo a Dios que envíe ayuda a lugares olvidados, donde tienen que esconderse para no ser maltratados por su fe.

Desde ACROpina estamos activamente aprendiendo más idiomas y comunicando desde todos los canales posibles para que personas que normalmente pueden sentirse solas en su fe, puedan tener acceso a una fe práctica, una fe social, llena de argumentos y fortaleza para ellos.

En el blog pasado te hablamos de que queríamos crear y participar en proyectos que trajeran el Cielo a la tierra. Uno de nuestros más grandes proyectos es llegar con esta información de ACROpina a más hijos de Dios, que vean esto como el ok de Dios para moldear sus sociedades a la luz de la Palabra con valentía, desde lo secular y desde lo espiritual, con excelencia desde el espíritu, pero también desde una mente transformada, nunca amoldada a las costumbres de este siglo.

Esta semana te invito a que intentes, no no no, a que hagas un esfuerzo por conocer una o dos iglesias muy lejos de donde tú vives. Que no sean ministerios mundiales, sino que sean muy locales, mira sus caras, mira sus redes sociales y ora por ellos. Creo firmemente que todos los que lean esta entrada van a ser guiados por Dios para orar por las necesidades de Sus hijos en situaciones difíciles alrededor del mundo.