No dar falso testimonio encierra el mal habito de decir mentiras.
Este es un hábito adictivo que trabaja como una bola de nieve, que se convierte en algo incontrolable.
No sé cuantas demandas de publicidad engañosa o discursos populistas o noticias falsas han existido, pero el hecho de que no sean fácilmente contables indica un muy mal síntoma para nuestra sociedad.
El chisme también hace parte de dar un falso testimonio, no sólo hay que mentir para pintar la imagen incorrecta del carácter de una persona. Contar algo en el contexto y palabras inadecuadas también viola este mandamiento. Qué decir de los chismosos... nada, con ellos todo está dicho.
Si yo repito una información fuera de su contexto a personas que no tienen que ver con la situación es un chisme, y es hablar de una situación de manera irresponsable y falsa.
Cada vez que dibujemos una imagen con nuestro testimonio debe ser una que incluya toda la verdad, todo el contexto, y que sea explicada con la gracia de una buena interpretación.
Sería usual pensar en este mandamiento en un contexto legal. Sin embargo, no sabemos cuál puede ser la cadena de repercusiones que se desate en la vida de una persona al decir una mentira, o hablar irresponsablemente de ellos. Es incontable la cantidad de matrimonios, amistades, sociedades que se han roto por las mentiras, los chismes y las malas interpretaciones de personas que refieren historias sin ningún temor de Dios. Lamentablemente existen estadísticas de personas que terminan sus vidas o viven con efectos graves en su vida emocional por el hostigamiento, las mentiras y las burlas.
El bullying también hace parte de divulgar un falso testimonio sobre alguien y debemos entender la diferencia entre una broma que todos disfruten y los comentarios diseñados para herir o difamar.
Hablar deshonrosamente de alguien está mal, y niega la oportunidad de que personas puedan conocerle como es.
En las relaciones románticas es muy usual que un ex o una ex divulguen información personal o falsa por despecho. Esto es directamente en contra de la voluntad de Dios. Nunca olvidaré el ejemplo de Jesús, luego de que Juan desde la cárcel duda de él y envía a sus discípulos para preguntar si verdaderamente es el Mesías. Lo que Jesús hizo fue mostrarle la verdad a los discípulos de Juan, y luego voltearse a la multitud y hablar de lo bueno que Juan era, no permitió que ese momento de debilidad definiera toda una vida de servicio y obediencia. Cubrió ese momento y habló honrosamente de él en público.
Sin importar cómo empiece o termine una relación debemos siempre tener la cortesía de expresarnos con decoro y respeto, como nos gustaría que hicieran con nosotros.
Este mandamiento puede no tener promesa, pero su recompensa está clara, se cosecha lo que se siembra.
En nuestras sociedades se ha sembrado muchísimo oprobio, acusación y vergüenza. Esto trae más ruina, dolor y angustia entre nosotros. Trae terror de explorar lo nuevo por miedo al qué dirán y trae estancamiento.
Imagina una sociedad en la que los chismosos y mentirosos sean castigados socialmente y expulsados de la comunidad.
¿Cuántos quedaríamos?
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