Este mandamiento nos habla de la integridad de una persona frente a las finanzas.
Culturalmente, en América Latina es un tema muy tenso y se debe a la desconfianza generalizada por muy malas prácticas. Es usual ver personas en puestos de poder siendo deshonestos y ladrones.
Hay una tensión especial al tocar el tema, ha existido una gran desilusión sobre el manejo de las finanzas en nuestros países y en nuestras familias.
Tenemos países en donde se enseña que el dinero es malo o peligroso, y que no se debe aspirar a tener mucho, para evitar pesares. Esto se debe a siglos de mala administración. Ello ha distorsionado la conversación al punto en que hablar de dinero sea igual a hablar de deudas, pérdidas, errores, penas y angustias.
Gracias a todo este ambiente quien lo tiene de sobra es "admirable" en la cultura latina, sin importar de donde venga, sin importar el crecimiento emocional o la calidad del carácter de una persona.
Esto nos lleva a tener una cultura que exalta crímenes como el narcotráfico, que celebra historias donde las personas ponen en peligro sus vidas renunciando a todo estándar moral por escalar en la jerarquía de poder y alcanzar gran poder adquisitivo en una empresa. Imitamos acentos y atuendos de reguetoneros que consiguen su dinero ensuciando las mentes de sus seguidores con sus propios traumas y trastornos, recibiendo millones a cambio de insultos que llaman arte.
Robar no tiene que ver sólo con meter la mano en la billetera de alguien, sino con no añadir valor a cambio del dinero que te dan. Ser un trabajador que pierde media jornada laboral en facebook es una forma de robo. También lo es alguien que no paga sus impuestos, alguien que no paga lo justo y quiere robar el valor original del trabajo de otro. Utilizar un recurso de la empresa para algo personal, como los viáticos, o el dinero para un evento. Quienes agarran lo que no les pertenece están robando.
Hay conductas mucho más sencillas que robar un banco que también nos hacen culpables de violar este mandamiento.
¿Cómo serían nuestras sociedades?
Imagina una sociedad donde los políticos no se atreverían a robar porque temen a Dios, donde los empresarios sean honestos y los contratos se cumplan. Donde todos diezmaran, (porque no hacerlo es robar a Dios) y las iglesias crecieran en su capacidad de servir a nuestra comunidad. Donde todos no tenemos que hacer acuerdos prenupciales y desconfiar en cada compraventa. Este nuevo año decidamos poner en orden nuestras finanzas y practicar la honestidad hacia el manejo de los recursos que Dios nos permita tener.
Un comentario extra:
Nadie tiene derecho a tomar lo que no ha trabajado. Una filosofía donde el Estado puede quitar a su discreción de los ciudadanos sus bienes y sus propiedades no es una sociedad justa. Donde el Estado cambia lo que cobra constantemente y donde se quitan o confiscan bienes no basados en ser criminal sino en que se tiene mucho están robando.
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