#PUBLICOVSPRIVADO
- ACRO PINA
- 9 ago 2021
- 4 Min. de lectura
Hola hola!
Buenos días, buenas tardes y buenas noches a mis queridos comentadores culturales.
En la columna de hoy quiero hablarte sobre alianzas estratégicas.
Pero antes te recuerdo que esta no es nuestra única fuente de contenido para ti, también tenemos nuestro podcast, que puedes escuchar donde quiera que estés. Lo bueno de los podcasts es que no necesitas darles toda tu atención, puedes estar caminando, cocinando, cociendo, tomando un baño, no importa, sólo necesitas escuchar. Nos puedes encontrar en todas las plataformas digitales, los links están en la pestaña de este mismo sitio web llamada "podcast".
Bueno, ahora sí. Ya hablamos en el pasado de cómo este tema de activar y organizar los actores sociales en un nivel local es importante. Como comunidad debemos estar organizados para poder pedir a entidades como el estado y las empresas que nos ayuden a lograr nuestras metas. Nunca debe ser en el sentido contrario. Es decir, las empresas y el estado no deben cumplir sus objetivos utilizando a la comunidad. Sin embargo tengamos algo claro, ambas entidades son útiles para la vida en sociedad, y hace una gran diferencia cuando están alineadas con las verdaderas necesidades del pueblo.
Hoy te proponemos enfocarnos en la alianzas público-privadas.
¿Qué son? Acuerdos o convenios, formales o informales, en los cuales el estado (como organización pública) y las empresas (como organizaciones privadas) toman la determinación de trabajar juntos por un mismo objetivo específico.
La naturaleza de este tipo de alianzas normalmente involucra un lobby o una presión ejercida en diferentes niveles de la jerarquía de ambas entidades. Ese tema es más largo, lo podemos tocar en otra columna, déjenlo en los comentarios para saber que les interesa.
Lo que hay que tener muy claro es que las ventajas de esto no han sido evidenciadas en Latinoamérica, porque no ha sido priorizado de la manera adecuada. No creemos que esto se solucione a punta de licitaciones. Ni más faltaba. Pero sí existen muchas oportunidades de crecimiento en el desarrollo de alianzas que orienten los esfuerzos de ambas esferas en una dirección específica. Usualmente los temas en los que esto se puede desarrollar son temas sociales.
Hay una ventaja muy grande en dejar de pensar en lo público y lo privado como opuestos, después de todo están para lo mismo. Se puede aprovechar la función y los mecanismos de cada esfera para incentivar la acción colectiva, para generar investigación y políticas públicas viables, para traer consciencia y educación sobre un tema.
Mientras escribo estas letras, caigo en cuenta de que no es cierto lo que digo. Sí hemos visto las ventajas de entrelazar lo público y lo privado para la movilización de temas. Sólo que no para las causas que esperamos, sino para el aborto, la dosis personal, y muchas otras tendencias que no obedecen a las necesidades de toda la sociedad sino a las opiniones políticas de un sector específico.
Sin embargo, estos movimientos han demarcado ante nosotros un ejemplo muy claro de organización y estrategia. Hay que caer en cuenta de que estas estrategias deben ser direccionadas hacia las verdaderas heridas abiertas de la sociedad. Es que Latinoamérica no debe hablar de abortos por conveniencia despenalizados sin hablar primero de abuso sexual e higiene reproductiva en las veredas, ni de dosis personal sin hablar de narcotráfico y secuestros.
La invitación es dejar de utilizar esta organización tan productiva entre lo público y lo privado como excusa para avanzar posiciones políticas. Debemos volver a lo básico: el hambre, el desempleo, la escolarización, los servicios públicos, las instituciones de salud disponibles, la pavimentación.
El progresismo es una gran piedra en el zapato de Colombia, sólo aporta a la distracción de las causas urgentes y básicas que dignificarían la vida de todos los colombianos. Y me temo que el problema es igual en toda Latinoamérica. Queremos movernos hacia las vías del desarrollo social sin tener zapatos y con los pies llenos de barro.
Acabar el hambre, la falta de acceso a la información, poner tuberías y electricidad no pueden ser los proyectos de responsabilidad de algunas empresas, tiene que ser la meta principal de toooodos. De los ciudadanos de a pie, de la "gente de bien", de los empresarios, de cualquier aspirante a un cargo de elección popular.
Recordemos que las empresas y el estado fueron creados por y para el pueblo. Su función es ayudar a los ciudadanos ya sea con productos o servicios.
Las empresas son entidades que tienen una razón social, y lo que no pueden solucionar entonces se recurre al estado. Son creadas para suplir una necesidad en la comunidad que sirven. El estado por otro lado está para ayudar en términos de poblaciones vulnerables, la seguridad y la mediación en términos de justicia.
Cada uno tiene su propósito, cada uno tiene su razón de ser. La idea de hablar de la regulación y los impuestos no se trata de eliminar al estado ni a las empresas, la discusión principal es realmente sobre tener la proporción correcta de cada uno.

ความคิดเห็น