Hoy hablaremos de el 4to mandamiento: guardarás el día de reposo.
Este mandamiento es espectacular. La Biblia dice que se nos han dado 6 días para hacer todo lo que tengamos que hacer y luego descansamos el 7mo día. Esto refleja la figura de los 7 días de la creación que están explicados en génesis, donde Dios creó el mundo en 6 días y el séptimo descansó.
Existen distintos días que se guardan dependiendo de la religión. Para el Islam es el viernes, para el judaísmo es el sábado y para el cristianismo es el domingo. Esto es porque para los cristianos también se conmemora el día de la resurrección de Jesús. Tal y como lo celebramos en Semana Santa; el viernes el día de la crucifixión y el domingo el día de la resurrección.
Pero en realidad lo importante es el principio. Dios descansó ese día para dejarlo de ejemplo para nosotros, El no necesitaba ese descanso, pero nosotros sí. Este principio debe ser valorado y celebrado. Tenemos el gran privilegio de ser hijos de Dios y de poder entender que podemos ir a el para escuchar instrucciones, entender la solución a nuestras situaciones y recibir de El. En la semana podemos trabajar e intentar con nuestras fuerzas pero es mejor desarrollar la facultad de depender de El. Descansar en la presencia de Dios.
Imagina lo que haría en nuestras naciones respetar el día de reposo. Que todos paren, que realmente todos dediquen un día para buscar a Dios, descansar y estar en familia.
Ahora bien, hay otra parte importante. Muchas personas utilizan el pretexto de ser el día de "reposo" para decir que no deberíamos ocuparnos en las cosas de la iglesia y servir, sino sólo descansar. Pero Jesús, nuestro Señor y Salvador, fue un ejemplo de que el día de descanso no es una excusa para dejar de ser luz. Él fue acusado de "trabajar" o "poner a trabajar" a otros en el día de descanso. Realmente lo que hacía era sanar a las personas. El podía suspender todas las otras actividades pero nunca paraba de ser bendición.
El domingo es una oportunidad para orar por otros, ayudar al necesitado, escuchar una palabra fresca, servir en la iglesia, dar ofrendas para hacer avanzar la obra de Dios en la tierra. Es quitar de en medio la excusa del trabajo para servir y buscar a Dios con pasión.
Además, hay pocas cosas que revitalicen el cerebro humano como la oxitocina luego de hacer una buena obra. Es científicamente comprobado que un día de descanso es beneficioso para nuestros niveles de estrés y para nuestra ansiedad. Cambiar la rutina y hacer algo bueno por otros, reunirse con otros hermanos en la fe no solo es espiritual y físicamente necesario sino que es ventajoso en un nivel neurológico.
Imagina nuestra sociedad si todos dedicamos un día a buscar a quién ayudar, orar por las necesidad de los demás, pasar tiempo en familia y ser luz.
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